Una vez mas tres mujeres asesinadas. Es una vez mas la violencia machista y patriarcal que sigue manifestándose en brutales actos con resultados de muerte, pero que se expresa en millón y una agresiones sexistas y machistas en la transversalidad de escenarios del espacio y del tiempo y en los espacios públicos y privados. Porque el Arquetipo Viril, es decir aquel que considera normal el predominio, cultura y normalidad del universo y mirada del género masculino, sigue transversalizando la cultura e imaginario colectivo. Presente en todo el ámbito en que las prácticas de poder construyen la normalidad y que sigue construyendo el ámbito cultural dominante, es decir, aquel en el que se construye lo que se entiende que rodea lo cotidiano, normalizado y colectivo. Ayer en Salvados se hizo un certero retrato sobre como se construye la normalidad de esa visión subordinada de las mujeres en los medios, en la vida diaria, con el no reconocimiento de la igualdad en el ámbito de la cultura publicitada y de las prácticas cotidianas, que pasan inadvertidas, pero que marcan a fuego los límites de lo admisible e inadmisible. Ver en
¿Hay alguna relación entre ese universo cultural cotidiano machista y patriarcal y la brutalidad del asesinato machista?
Desde luego es evidente que existe una conexión. Si en lo colectivo y normalizado como común, las mujeres siguen teniendo que estar subordinadas y en un orden inferior al macho, y este se encuentra en el ámbito de su cotidianeidad, que este papel se derrumba, y dado las característias de ese arquetipo viril que liga poder y violencia a su servicio, no es extraño ver como se expresa. No puede extrañar ver como se disparan los mecanismos de restablecimiento del orden quebrado, apelando a una parte ligada histórica y públicamente al ejercicio de poder en general y del poder machista en especial, la violencia y la voluntad de aniquilación de la que altera ese orden. Resultados muertes, agresiones en mil y un formas.
Por tanto enfrentar a la violencia machista y patriarcal requiere afrontar, parar y transformar esa cultura donde el arquetipo viril se construye como centro y valor y que ordena la mirada y articulación de lo normal.
Seguir recordando como nos recuerda el Manifiesto Feministas de las Marchas contra violencias machistas del 7 de Noviembre, recordado en un interesante artículo por Itziar Gomez Fernandez en «¿Un pacto de Estado o un pacto constituyente contra la violencia machista?» ver en
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=661802
Y aquí exigencias del manifiesto
«• Que la lucha contra el terrorismo machista sea una cuestión de estado.
• Que se desarrolle e implemente el Convenio de Estambul y el cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW, y se reforme la ley 1/2004 para que estén reflejadas todas las formas de violencia contra las mujeres.
• Que toda la sociedad y sus organizaciones e instituciones se comprometan en esta lucha.
• Que la lucha y los recursos incluyan tanto la violencia que ejerce la pareja o ex pareja como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral, la trata con fines de explotación sexual/laboral de mujeres y niñas y todas las violencias machistas.
• Que todas las instancias de gobierno se comprometan realmente en la prevención y erradicación de las violencias machistas, así como en la asistencia y reparación de todas las mujeres en situación de violencia, independientemente de la situación administrativa en que se encuentren las mujeres.
• Que el acento se ponga en la protección de las afectadas, facilitando diferentes salidas que impliquen una verdadera recuperación vital, económica y social de ellas así como de sus hijos e hijas.
• Que la prevención sea una política prioritaria, que incluya un sistema coeducativo en todos los ciclos, la formación específica para todo el personal profesional que interviene en los procesos, los medios de comunicación, la producción cultural y la sociedad civil en la lucha contra las violencias machistas.
• Que los medios de comunicación se comprometan a hacer tratamiento adecuado de las diferentes de violencias machistas, visibilizándolas, evitando el sensacionalismo morboso en su tratamiento y utilizando un lenguaje y unas imágenes no sexistas.
• La eliminación de la custodia compartida impuesta y el régimen de visitas a los menores de los maltratadores condenados. La retirada y no cesión de la patria potestad a los maltratadores.»
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