Gracias al inestimable compañero Joseba me encuentro esta estupenda publicación que espero que compartamos. Viene de quienes «ni se rinden ni se venden» como somos, debemos ser, quienes nos comprometimos con el «sueño Podemos» que «no se puede rendir ni vender» a tentaciones institucionalistas y olvidando que hay que construir otro mundo, pese y frente a las élites y sus poderes.
Cuando comienzas a leer y te encuentras desde el principio la perspectiva de los y las investigadoras – porque los y autoras son las poblaciones indígenas, las comunidades zapatistas, las que se taparan las caras para conseguir visibilidad, las que están construyendo otro mundo, las que exigieron «mandar obedeciendo», las que fueron conocidas por una revuelta armada que apenas disparó algán tiro al aire allá por 1994, las que fueron conocidas por un rostro y sus escritos, el Subcomandante Marcos – y tras eso, entonces decides que este libro merece la pena porque detrás hay un mundo en cambio y personas que con pequeñas y grandes acción, en colectivo, cambian el mundo… Así dicen en la introducción…
Los investigadores y sus perspectivas (pag. 14)
Ahora quiero referirme a los investigadores. Se trata de un grupo de personas de varias nacionalidades y disciplinas, todos comprometidos con el proyecto zapatista de emancipación, y conscientes de las diferencias entre la “investigación participativa” que Ackoff (1974) precisó hace años, y esta otra, moral e intelectualmente comprometida a resolver los problemas de los pueblos indios lejos de todo espíritu paternalista o asistencialista, indigenista o indianista, y plenamente conscientes de que están investigando en medio de una gran lucha que no busca sólo resolver problemas locales, o nada más de los pueblos indios, sino problemas que de una manera u otra atañen a todos los seres humanos, como los de la autonomía, la dignidad, el coraje de quienes “no se rinden ni se venden”. Los investigadores participantes han vivido su compromiso trabajando y luchando por la construcción de la alternativa a que los pueblos están entregados, en medio de asedios, de incursiones, despojos, asesinatos individuales y colectivos, y acciones de guerra llamadas “acciones cívicas”. Con un temple ejemplar han alcanzado la legitimidad que les da su identidad en la lucha con las comunidades. Vienen de México y otras partes del mundo, uno de El Colegio de México, otra del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), otro más de la Universidad de Eastern Michigan, por no citar con nombre y centro académico sino a los coordinadores: Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo, Richard Stahler-Sholk. A ellos se añaden el propio Andrés Aubry, Shannon Speed, Neil Harvey, Alejandro Cerda García, Raúl Gutiérrez Narváez, Kathia Núñez Patiño, Cecilia Santiago Vera, Ximena Antillón Najlis, Angélica Rico Montoya, Melissa Forbis, Alejandra Aquino Moreschi, Adriana Gómez Bonilla. Todos ellos tienen muy claro que los pueblos zapatistas luchan por alternativas de gobierno y de organización social “desde abajo”. »
Bueno y ahora sí..
«Luchas «muy otras», Zapatismo y autonomia en las comunidades indigenas de Chiapas»
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