Publicado en el número 72 de la Revista Pueblos, una interesantísima referencia

Gustavo Duch nos presenta un posible Manifiesto contra una Sociedad, Inclusiva, Feminista, con Derechos e Intercultural. Lo terrible es que no está demasiado lejos del pensamiento del Nuevo Jefe de la Casa Blanca..

Gustavo Duch, Responsable de Veterinarios sin Fronteras, con la información privilegiada que tiene de las realidades vividas en los países del Sur y la atención especial que presta a las pisadas de las mujeres y hombres en las tierras campesinas, nos adentra por rutas poco conocidas de ese mundo rural. Pies que con su andadura abren el camino hacia el paradigma de la soberanía alimentaria, autor a quien merece la pena conocer y leer en su blog

PALABRE-ANDO. Porque contar es otra forma de caminar. Textos de Gustavo Dutch. Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, cultivarán pequeños huertos… que alimentarán al mundo.

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Y ahora ya si el Manifiesto

EL DERECHO A LA VALLA

PREÁMBULO: Considerando la necesidad de poner en orden al estado de la Vida; Considerando que este orden natural avala que el hombre blanco y varón es un ser superior delante del resto de seres humanos ni blancos ni varones, que está por encima de los otros seres vivos y que ejerce su dominio sobre el Planeta que habita; Considerando que las necesidades básicas e irrenunciables de este hombre blanco y varón es acumular fortunas y consumir caprichos; Considerando que los hombres blancos y varones nacen con privilegios que se deben de preservar; los aquí reunidos en Asamblea General -hombres blancos y varones- proclamamos la presente DECLARACIÓN de DERECHOS.

ARTÍCULOS

  1. Derecho de mentira: los colectivos de hombres blancos y varones organizados en Estados, Corporaciones, Medios de Comunicación, Iglesias, Tribunales o Grupos de Presión, tienen derecho a proclamar postulados económicos, relatos de superioridad, discursos científicos o dogmas de fe que, aún sin ser ciertos, serán considerados doctrinas que nadie discutirá, asegurando así mantener pacíficamente el orden establecido.
  2. Derecho de robo: todo colectivo de personas blancas y varones tiene el derecho legítimo a colonizar territorios ajenos para disponer libremente de los bienes naturales que allí existan (tanto sobre la tierra, como bajo ella; tanto en su cielo como en sus mares) con el noble propósito de incrementar sus cajas de caudales.
  3. Derecho de guerra: si el acceso legítimo a estos bienes ajenos no es facilitado por la población local y ésta ofrece resistencias, se considera imprescindible asegurar el derecho al acceso a las armas, a la creación de ejércitos, a las licenciaturas de Capitán, Coronel o Generalísimo y otros estudios bélicos, el derecho al genocidio, a la prisión, al fusilamiento, etc., que aseguren (en defensa propia) poder mantener dichos privilegios.
  4. Derecho de patrón: el hombre blanco y varón podrá ejercer el derecho a esclavitud y a servidumbre y todas las formas de  opresión que considere necesarias como el asesinato o la violación, para evitar padecer el miedo a perder privilegios.
  5. Derecho de valla: todo colectivo de personas blancas y varones tienen derecho a delinear sus fronteras donde podrán levantar muros, electrificar vallas o a cubrirlas de concertinas para protegerse de posibles invasiones.
  6. Derecho de ciudad: la comodidad y el consumismo, derechos innatos e inalienables a los hombres blancos y varones, se garantizarán con la construcción de ciudades alejadas de los avatares de la naturaleza y de las cansinas labores del cultivo de alimentos. Por ello se establece la obligación de privar a los territorios rurales de autonomía y son considerados en términos jurídicos como “polígonos de aprovisionamiento de alimentos y recintos de vertidos”.
  7. Derecho de contaminación: la naturaleza del hombre blanco y varón tiene derecho a la agresión continua a la Naturaleza ya sea por mar, tierra o aire, si su justificación es la creación de riquezas. Las leyes de la Naturaleza, las estaciones del año y los paisajes quedan derogadas.
  8. Derecho de hambrear: una alimentación exótica, barata, preelaborada, fraudificada, sinsabor, sintética y transgénica, es uno de los derechos vitales irrenunciables para el hombre blanco y varón, de forma que para garantizarlo hay que proteger y promocionar el derecho a contar con grandes corporaciones multinacionales especializadas en técnicas de agricultura industrial y que, vía Tratados Internacionales de Libre Comercio o en su defecto haciendo uso de los artículos 1,2,3,4,5,6 y 7, les abastezcan debidamente. El hambre generado, es un hecho colateral.

Y Nada podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno para emprender revoluciones decididas a la supresión de cualquiera de los derechos proclamados en esta Declaración.


Gustavo Duch Guillot, escritor y coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas.

Artículo publicado en el nº72 de Pueblos – Revista de Información y Debate, cuarto trimestre de 2016.

Hiperfoto Imposible de la portada, tomada de http://www.taringa.net/post/imagenes/15761023/Hiperfotos-de-paisajes-imposibles.html