«Negua joan da», el invierno se ha ido. Esa canción de Zea Mays simboliza también algo que está ocurriendo y haciéndose visible a nivel político y social. La desmovilización social, el invierno social, parece estar acabando y nuevas oleadas muestran la llegada de la primavera, un estado y olas profundas de indignación, malestar y hartazgo con la gestión capitalista, autoritaria, neoliberal y corrupta de un gobierno del PP y que empiezan a salir y verse en la superficie. Hartazgo de la gestión del corrupto PP evidentemente, pero también mas allá, de un sistema, de una forma de gestión política para unos pocos, para unas élites, para un modelo político que acepta, impulsa y coexiste con el empobrecimiento, el precariado, la desigualdad, el retroceso de derechos, la violencia, la restricción de libertades, el ensañamiento con los mas frágiles, los deshaucios, las pensiones miserables, la ausencia de avances en políticas y recursos sociales precisamente cuando más hace falta.
Respuesta de personas y colectivos ante el fin de un capitalismo que en algunas partes del planeta, ciertas partes de Europa y alguno mas, coexistió con un cierto Estado Social y de Derecho, pero que en la medida que la globalización y la competencia intercapitalista se ha ido agudizando, de que el capital financiero se va extiendendo sin fronteras, que la «burbuja especulativa» se expande sin control, sus efectos están poniendo en quiebra y desmantelando ese modelo de derechos y políticas sociales, en Europa, el Estado Español o en otros lugares. Modelo de coexistencia que posibilitó el horizonte de las socialdemocracias, pero que se hunden al tiempo que el modelo que las posibilitó. Sólo que en el caso español, la rapidez de su liquidación, enfrenta el recuerdo de lo que costó conseguirlo, la debilidad que tuvo y la brutalidad de los retrocesos impuestos en poquísimo tiempo, lo que está impulsando la emergencia colectiva de la preocupación, indignación, la insatisfación, y con ello, la sensibilidad y predisposición al recurso de la movilización social y ciudadana. No es algo nuevo, pero la intensidad, extensión y diversidad marcan un hito cuantitativo pero sobre todo cualitativo. Este Marzo, puerta de la primavera 2018 lo estamos viviendo en Vitoria-Gasteiz pero que parece indicar corrientes más amplias también en otros rincones.
UN 3 M
Podemos ilustrarlo, como decimos, en el caso de Vitoria/Alava. Comienza este Marzo, con un clásico. La movilización en demanda de justicia, reparación, reconocimiento y memoria por y para aquellos cinco asesinatos de estado, que siguen siendo símbolo y reflejo también de otros asesinatos de aquella transición. Asesinad@s, aporread@s, herid@s, torturad@s, que se hicieron para imponer una democracia, de derechos y libertades restringidas, para no tocar el poder del franquismo en los aparatos del estado. Transición tutelada por los poderes fácticos del franquismo, sables y amenazas, que recordaban con salvajes acciones de ultras y cuerpos parapoliciales que el franquismo no se había ido y que no se permitiría avanzar mucho en cambios y transformaciones políticas, económicas y sociales. Los cinco muertos de aquel 3 de Marzo de 1976 simbolizaron la acción estatal brutal para parar y amordazar a los sectores críticos y movilizados mas allá de los acuerdos y poderes fácticos de la transicion. 42 años después, este 3 M de 2018, la justicia española dejó claro que renunciaba al reconocimiento, justicia y reparación para esas víctimas pero también con la ciudadanía de Vitoria, Alava y Euskadi.. aumentando la indignación y exigencia.
Ningun año se ha faltado a la movilización de recuerdo y demanda de justicia. También en este 2018, la cita de la movilización se cumplió. Una masiva movilización, pero con dos características cualitativamente nuevas, a) Precisamente la amplísima diversidad de la ciudadanía que se moviliza y marcha por las calles y b) En primera línea marchaban de forma acordada, las feministas y representantes de organizaciones que estaban llamando a la Movilización del 8M. No es nuevo que el 3 de Marzo simbolice, no solo el recuerdo de unos hechos irredentos en la memoria colectiva, sino la demanda y solidaridad con las luchas y exigencias de justicia y derecho en diversos ámbitos. Incluso la proximidad del 8M siempre ha estado presente, sólo que esta vez 3M y 8M se imbricaban. Mucha gente comentando este 3M, expresaban que se notaba que había mas indignación y expresión solidaria. Hay hambre de cambio oí decir.
UN 8M
Cinco días después, llega el día de la Huelga del 8M. Ya se sabía, que pasara lo que pasara, el éxito de la movilizacion feminista ya se había conseguido. Éxito conseguido por millares de iniciativas a lo largo y ancho del planeta, en universidades, centros de trabajo, medios de comunicación, hogares, espacios del arte, de la creación, de la ciencia, en el mundo rural, urbano, comercial, de ocio, entre jóvenes, mayores, hombres y mujeres, en asambleas, acciones de calle, grafittis, mesas de información y debate, discursos, entrevistas, propuestas… Incluso impulsado por la riqueza de los debates suscitados entre la población sobre el valor del feminismo, de la huelga, de la importancia de las desigualdades, del reparto del trabajo, de la violencia machista y patriarcal, de las identidades, del trabajo de reproducción y cuidados, del sexismo en los centros de trabajo,.. Incluso lo favoreció los debates entre el feminismo decolonial, intercultural e interseccional, crtítico con el feminismo blanco y de clase media, y el colonialismo, racismo y patriarcado de un capitalismo neoliberal y promotor de desigualdades estructurales. Con ello se consigue la visualización de feminismos comunitarios e indígenas, de feminismos negros, feminismos del islam, feminismos de la diferencia, feminismos populares, teóricos, de la academia, de la calle, etc… Unidad y diversidad de agentes que impulsan la huelga. Había habido ya una inmensa oleada, de acciones, propuestas, iniciativas, argumentarios, previos a lo largo de todo un año de preparación. Ya había hecho el trabajo y asegurado su éxito. La consigna revalorizadora, si paramos, el mundo se para… Y el mundo, paró. Parece que en Euskadi y el Estado la movilización fue más amplia e intensa que en otros lugares, algo cualitativo indica de mayor conciencia. Pero las cosas no acaban ahí.
17M
Las organizaciones de jubilados y jubiladas, venían desarrollando a lo largo de un periodo anterior movilizaciones y demandas de muy diverso tipo, con servicios sociales, con las mismas pensiones, en lucha contra el empobrecimiento… Pero este año, la indignación con la miseria de las pensiones, con el desprecio a los y las pensionistas que implican las subidas prometidas, la desfachatez del PP, la impotencia de la oposición, el aumento de la conciencia del empobrecimiento creciente, la conciencia de que el peligro del sistema de pensiones está en juego, el latrocinio a la caja de pensiones, el análisis de que el problema es de todo un sistema pero que implica que en muchos casos los y las pensionistas soportan a sus familias en crisis, hijos e hijas, nietos y nietas,.. ha hecho estallar la indignación a lo largo y ancho de todo el estado y también con especial intensidad en Euskadi… Las mareas del 17 M en cientos de ciudadades y pueblos ha estallado con el apoyo y solidaridad del movimiento feminista, de sectores de la juventud, en Euskadi y en Vitoria, como Bilbo, Donosti, Iruña, la amplitud de las manifestaciones por la mañana y por la tarde, han superado también todas las expectativas.
Se extiende la conciencia con las movilizaciones de los y las pensionistas que el cambio es urgente y necesario en la gestión política, económica, social y culural, como reclamaba el 3M, como intensificó, amplió y exigió el 8M y como reclama tambien el 17M. Los sectores de mayores tradicionalmente silenciosos y visualizados como apoyos del sistema y de la mayoría gubernamental, exigen que es necesario y deberá provocarse en la calle. La conciencia de que solo la movilización ciudadana puede derribar al gobierno y también poner las pilas a una oposición que ha sido servil y/o timorata con el gobierno. Oposición enredada en el discurrir normal de la clase política, orientada al desgaste lento del ejecutivo, a análisis políticos, mirando encuestas, haciendo cálculos, pero sin oir a la calle. Esa calle que este Marzo está haciendo girar las cosas y para quien cada vez es mas difícil esperar, y para quien la indignación sube cada dia…
En resumen, desde la exigencia de Memoria y Reparación de las víctimas de la transición, desde las demandas de equidad Feminista para la mitad del Planeta, desde las reivindicaciones de justicia, derechos y pensiones dignas para los y las mayores, las movilizaciones se extienden e interrelacionan. Y con ellas, la exigencia de libertades y derechos, apuntando a un Gobierno corrupto, enrocado y despreciativo con la calle y sus exigencias.
¿MOVILIZACIONES DE PRIMAVERA Y CAMBIO DE CICLO SOCIOPOLÍTICO?
La puntilla pudiera ser la de un sector, la juventud que fue protagonista de otro momento histórico, el 15M. Los y las jóvenes, precarizad@s, parad@s, hiperexplotad@s, marginad@s, silenciad@s, utilizad@s como nuevos productores de riqueza, con mas preparación, con menos derechos, con mejos expectativas, con menos capacidad de defensa individual y colectiva.. cuya dramática situación es pareja a la de los anteriores sectores en movilización. Sujetos del análisis y estrategias de otros, políticos, líderes, empresariales, estrategas de la «modernizacion 4.0», comentaristas y tertulianos, medios de comunicación, disertadores,… analistas que les diseñan otro traje interesado para tapar sus voces, sus discursos propios, sus expectativas, sus sueños, sus necesidades, sus demandas. Pero la realidad es la que es y sus situaciones diversas pero dramáticas, en centros de estudios, en centros de empleo, en los hogares familiares al no poder hacer los propios, son evidentes e injustas. Jóvenes sin voz pero cuya voz, robada y sustituida por agentes interesados en su bloqueo, son quizá los grandes esperados y esperadas en la siguiente marea del XM…
Nadie puede decidirlo salvo ellos y ellas mismas. Fueron un ejemplo de despliegue de iniciativas, formas nuevas de organización, acción, decisión y participación. Soñaron otro mundo posible y necesario, nos contagiaron de que otras formas de acción eran posibles, que los aparatos políticos envejecían ante sus calles vestidas de reuniones, asambleas, debates, formas de comunicacion,. redes, llamamientos. aprendimos con ellos y ellas a volver a soñar y creer que el cambio social, político, cultural y comunicativo era no solo urgente y deseable sino posible…
Es cierto que la juventud, ha estado en el 3M, en el 8M, también en el 17M, pero aquel recuerdo de una implosión propia, desde Institutos, Universidades, desde el empleo del paro y/o la precariedad, desde los y las jovenes emigrantes,.. movidos en una gran aspiración y sueños de millares de jovenes puede y debe ser algo esperable y posible para acabar de empujar el cambio de ciclo politico pero también un cambio de ciclo mas amplio, en lo económico/laboral, en las políticas de redistribuciòn de la riqueza, en las exigencias de participaciòn y democracia real, de políticas de redistribucion de la riqueza y poder intergeneracionales, interculturales e intergenéricas…
Y todo ello sin olvidar el largo ciclo de luchas en fabricas en crisis, en intervención social, en educación, en sanidad, y otras muchas iniciativas y resistencias que con mas o menos eco e impacto son una constante de movilización social. Unas y otras hacen posible tejidos sociales activos que resisten, demandan derechos, proponen iniciativas, intentan bloqueos a vulneraciones, etc… La riqueza de iniciativa y acción ciudadana constante y emergente y explosiva en momentos se retroalimenta para conseguir imponer otros modelos de desarrollo humano y social…
Porque otra primavera, otros 15M, otro país, otro modelo, otra clase y práctica política… es Posible, Urgente y Necesaria.
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